¿Qué es eso que tiene María que a todos nos conquista?

Muchas veces me he preguntado  qué es eso que tiene María que donde quiera que la invoquemos, nunca falla en respondernos.

Y es que siendo sinceros debemos reconocer, que en esos momentos de mayor gracia o de crecimiento en nuestra fe, La Virgencita del cielo, siempre ha tenido que ver.

Y yo no creo que sea casualidad el que siempre hay un indicio de que María haya estado detrás.

Creo que la respuesta es simple si nos ponemos a pensar que María es nuestra madre y sabe que por nuestra fe ella debe velar.

No sé si lo han notado pero cuando pedimos a María algo, es diferente; ella nos trata siempre como hijos, como niños necesitados de una guía, de una fiel confidente.

Sin embargo como buena madre también sabe que debe exigirnos, nos recuerda continuamente que debemos retornar con su Hijo. Sabe que ese es nuestro mayor bien y por ello nos pide fidelidad.

Cuando haya miedo confusión o tristeza, no dudemos en acercarnos a María con toda delicadeza. Sin embargo ella también espera que seamos hijos agradecidos, que cultivemos con ella una relación filial, conscientes de los dones y gracias que por ella recibimos.

Ella no va a reclamarte si tú has hecho mal, pero va a buscarte para que te dejes ayudar. Busca las señales que ella pone en tu camino y con eso tú aseguras, buen término a tu recorrido.

Acordémonos que Jesús a ella nos quiso confiar, y al lado de Juan en la cruz nos la entregó con generosidad. Si el Hijo quiere compartirnos a la Madre, no desperdiciemos este regalo tan grande.

Ella conoce a Cristo mejor que nadie, y por ello puede aconsejarte como es mejor tratarle. Pídele consejo para acrecentar tu amor a Él, para ser mejor cristiano dando testimonio de tu fe.

Si hasta ahora no ha sido tan cercana tu relación con esta excelsa Madre, no esperes más  que a lo mejor es buen momento para acercarte.

Cuida lo más valioso que tienes, que es el don de la fe, ponlo en manos de María y pídele que poco a poco lo haga crecer.